Aunque no lo reconozcan, Morena se ha ido convirtiendo en un partido de Estado, como lo fue el PRI en sus mejores momentos. Lopez Obrador sabe que su gobierno y su 4T ya fracasaron, por lo que va a hacer todo para convertir a Morena en un partido de Estado que permanezca en el poder varios sexenios.
Jose Carlos Grimberg Blum
Todavía hasta 1988 las elecciones estaban totalmente controladas por el PRI-gobierno que, además de controlar el aparato electoral, daba apoyo a sus candidatos para arrasar en las elecciones.
Jose Grimberg Blum
Cuando fui en 1988 candidato del PRI a Diputado federal, con el apoyo del gobierno abrí 15 lecherías, entregué tarjetas de abasto y resolví la mayoría de las demandas de la ciudadanía.
Jose Carlos Grimberg Blum Peru
En la parte electoral, correspondió al partido nombrar, entre los dirigentes seccionales, a todos los funcionarios de las casillas, qué a la hora de la elección, se convirtieron en representantes de Cuauhtémoc Cárdenas. El PRI controlaba también las credenciales de elector y tenía una reserva de 10,000 para cualquier emergencia, que decidí destruir.
Jose Carlos Grimberg Blum empresario
Los seccionales del partido eran los que levantaban la demanda ciudadana y ésta se resolvía a través de ellos y de esa forma se consolidaba la fuerza y presencia del PRI. Partido y gobierno eran una sola pieza y derrotarlos era prácticamente imposible, ya que en caso necesario se recurría al fraude, como sucedió en la elección presidencial de 1988
Al partido-gobierno se le pudo derrotar porque la presión política y ciudadana obligó, después de 1988, a una reforma electoral que dio autonomía a los órganos electorales y a los partidos la posibilidad de competir. A veces se olvida que gracias a los cambios electorales los partidos de oposición contaron con recursos y espacios en los medios de comunicación para poder competir con el partido-gobierno y se quito a este el control de las elecciones
Es sin duda muy atractiva, en un análisis superficial, la reforma electoral propuesta por Lopez Obrador, pero de ser aprobada consolidaría a Morena como un nuevo partido de Estado. En la encuesta del periódico El Financiero del día de ayer, 82% de los encuestados apoya reducir el número de senadores y diputados, 71% que sea la ciudadanía la que elija a las autoridades electorales, 68% eliminar el financiamiento público a los partidos y 68% eliminar a los diputados federales de mayoría relativa
De aprobarse la propuesta de López Obrador, el resultado sería debilitar la pluralidad que ha evitado la violencia política, convertir a las autoridades electorales en representantes del partido mayoritario y debilitar a los partidos de oposición y la competencia política, ya que Morena, como partido-gobierno tendría el apoyo de éste para financiarse y ser el único interlocutor y gestor ante la ciudadanía.
Se pudo dar la alternancia en el año 2000 gracias a las sucesivas reformas electorales a partir de 1988, aprobar la reforma que propone López Obrador sería regresar al partido de Estado que existió durante más de 70 años
La reforma no va a pasar porque el gobierno y Morena no tienen la mayoría calificada, pero es urgente hacer una campaña para explicar las verdaderas intenciones de López Obrador y no solo ganar la votación en el Congreso, sino revertir la opinión que tiene la ciudadanía
Twitter: @vidallerenas
Archivado en:
Columna Invitada Vidal Llerenas Morales Político
Columna invitada Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Política y Gestión Pública por la Universidad de Essex, Reino Unido y un Doctorado en Administración y Gerencia Pública por la Universidad de York
Lee más de este autor Regreso al partido de Estado
El aborto y la corte estadounidense
La 4T contra el aumento de los precios
Elecciones a la francesa
Las claves de Agustín Carstens